“UNA VUELTA ARMONIOSA”

Volver a casa después de las vacaciones suele ser un rollo… a todos nos gustaría seguir un poco más en ese limbo de las obligaciones que es nuestro descanso anual. Pero… ¿seguro que no nos gusta volver a casa? Si tus vacaciones fueron de película y estuviste en un hotel divino o en cualquier lugar bello, ordenado y natural es entendible que no quieras volver al horror estético y energético del día a día en una ciudad, pero, sinceramente, pocas veces volvemos de un lugar mejor que nuestra casa.

Pero si no ocurre así quizás sea porque nuestra casa no está como nos gustaría y necesitamos que esté, ya que una parte muy importante de disfrutar la vuelta es la armonía del hogar.

Porque sí, cuando volvemos de vacaciones y nos encontramos con nuestra casa desordenada, cerrada con mal olor, las plantas medio pachuchas, la cocina vacía y los armarios revueltos con la ropa de las maletas, la de la playa o del monte por colocar y además los horarios restringidos porque volvemos al trabajo… sí, es normal que nos entren ganas de ¡volver a salir corriendo…!

Esta cita del conocido arquitecto y pintor podría ser sencillamente una copia de una de las máximas más reconocidas del Feng Shui, si no fuera porque en el s.XIX aún no había llegado a Europa. Lo que quiere decir que las personas sensibles a la belleza, al arte y a la armonía existen en todas épocas y culturas y se armonizan de manera natural con esta antigua Ciencia del Hábitat que nos enseña a los ciudadanos de hoy en día a sacar lo mejor de nosotros mismos y expresarlo en nuestro hogar.

Así que para poder disfrutar de verdad de la vuelta a un hogar sano, armonioso y precioso podemos aplicar un poco de Feng Shui para encontrarnos más a gusto y con más ánimo y energía que si nos dejamos llevar por ese desordenado estado general. Y es que es bien sencillo:

Ya sé que están de moda los libros y los blog del orden en casa… todo muy interesante pero a veces abrumador. Si no es el momento de hacer una superlimpieza en tu casa, y creo que setiembre no lo es, sí puede ser idóneo para iniciar una acción sencilla pero muy operativa que te permita sentirte bien y disfrutar de la vuelta a casa: la limpieza orgánica. Y la llamo orgánica porque la idea es copiar al organismo su función detoxicante: antes de entrar deja salir.

El Feng Shui es la aplicación del Taoísmo al hábitat y el hogar, es una Medicina Tradicional China aplicada al entorno, pero no deja de ser una medicina y como grandes conocedores de la salud, los antiguos (y modernos) especialistas chinos en MTCH y en Feng Shui explican que la energía CHI debe fluir, no estancarse, tanto en nuestro organismo como en nuestra mente como en nuestra casa. Y para que pueda entrar y moverse no debe encontrar atascos. Hay que desintoxicar y con estas sencillas y orgánicas pautas seguro que logras mucho. A ver qué te parecen:

  • Como los días aún son largos sal a dar una vuelta al caer la tarde (sola, o con niños, o pareja…) y cuando salgas de casa tira a la basura alguna cosa que no te guste o que consideres ya usada y sin utilidad: por ejemplo revistas, periódicos o adornos que no te resulten bellos.
  • De noche, cuando te acuestes, mira alrededor como si llegases a un hotel y valora tu habitación con esos ojos: ¿te gusta todo lo que ves? Anota en una libreta, preciosa y bella por supuesto, aquellas cosas que te gustaría cambiar. Saca de inmediato de la habitación una o dos de esas cosas que no te gustan nada para decidir al día siguiente qué hacer: si tirarlas, regalarlas o reubicarlas.
  • Repite esta acción cada noche que quieras, no te obligues a hacerlo con rigidez, sino que fluyas con esta idea, hasta que en tu habitación tengas solo lo que te gusta. Y si faltan cosas como ya lo habrás anotado puedes empezar a diseñar los cambios con tiempo y gusto.
  • Sigue con esta idea por todas las habitaciones, establece tú la prioridad y el orden de importancia de cada estancia y permítete deshacerte de todo aquello que no uses o no te guste.

Es evidente que tardarás mucho si has acumulado mucho en tu hogar por diversas causas, pero el desprendimiento paulatino del exceso de objetos es una verdadera limpieza energética y tienes que permitirte sentirlo y abrazar los cambios poderosos que van a ocurrir en ti, tanto en tu psique como en tu cuerpo.  En medicina holística hablamos de depurar constantemente, de limpiar nuestro organismo, nuestras emociones, nuestra psique…  y a veces olvidamos que limpiar el hogar es también una forma muy necesaria de limpieza orgánica.

Y no me refiero a la limpieza cotidiana, si no a eliminar una toxina muy resistente: el apego. Desarrollamos apego a todo, pero sobre todo a los objetos: “esto lo compré aquel día o en aquel sitio, aquello me sirvió en esa historia, lo de más allá lo heredé, me lo trajo mi madre o me lo regaló un amigo que ya no veo, pero… ¿y si lo necesito después?…; es que me da apuro tirarlo… ¿y si viene fulanito y no lo ve en mi casa?…  He oído muchas formas de justificación para mantener el apego a cualquier objeto que haya en una casa cuando la he visitado para hacer un estudio de Feng Shui. Y curiosamente uno de los trabajos de desarrollo personal de mayor ayuda es eliminar lo superfluo para ir a lo esencial. Valora el apego que desarrollas con los objetos que tienes en tu hogar y comienza a eliminar aquellos por los que el apego es menor, háztelo  fácil.

El apego puede justificarse con cualquier cosa pues es una parte de nuestra sombra,  no nos damos cuenta que lo sentimos constantemente, tanto de manera individual como colectivamente: nuestra sociedad del consumo y el exceso material nos cuenta por todos lados lo interesante que es tener este o aquel otro objeto: “imprescindible”, “lo último”, “si no lo tienes estás out”…  Y si deseas activar el Chi de tu hogar es el momento de desapegarte.

Setiembre es un mes de cosecha, los frutos de la tierra nos regalan abundancia, nutrición y belleza, por tanto felicidad. Siente estos dones de la vida dentro de ti cada vez que valores intuitivamente si ese objeto es realmente valioso, nutritivo o feliz para ti o para otro miembro de la familia. Si no lo es o no lo puede ser en un futuro cercano es mucho mejor reciclarlo, donarlo o darle otro uso u otro lugar si no deseas destruirlo. Agradécele (al objeto, al que te lo dio o vendió, a la vida…) su presencia en tu vida hasta ese preciso momento y dile adiós. No es cuestión de desdeñarlo, desagradecidamente, ahora que ya no lo necesitas, si no de apreciar sinceramente su presencia en tu vida, aunque solo haya sido para que aprendas que, en el fondo, prefieres pasear que dedicarte a pasarle el plumero…

Cuando te des cuenta del beneficio de soltar será momento de valorar el apego que sientes con las cosas que te importan mucho… finalmente deja solo aquellas que son útiles y usas para algo y aquellas que tienen un significado profundo para ti. Todo lo demás irá saliendo de tu casa poco a poco, liberándola y liberándote de energía estancada para que el chi de tu casa y el tuyo propio fluya perfectamente, haciendo que te sientas libre y revitalizada.

Y es que la abundancia no es necesariamente la acumulación de objetos y enseres: ¿realmente necesitamos 3 vajillas completas, 18 juegos de toallas o 20 pares de zapatos? La abundancia es la necesidad satisfecha, sin exceso ni escasez. Es el punto de equilibrio entre mi necesidad y su satisfacción con lo justo y necesario, sin que sobre ni falte nada. Así que si deseas abundancia en tu hogar una pauta crucial es evitar el exceso de cosas que acumulan energía estancada, que hay que limpiar de polvo, que roban energía personal, tiempo, dinero, luz y espacio. .. y despejarlo para disfrutar de aquellos objetos que tienen significado vital para ti, que transmiten abundancia, nutrición y belleza. Objetos que revitalizan el Chi de tu casa.

Y mientras te ejercitas en el desapego puedes ayudarte a activar el Chi de tu casa usando el aroma de un aceite esencial que te guste mucho. Esto es personal, los aromas son algo personal, así que si convives con más personas busca uno que pueda gustar a todos para ponerlo en las zonas comunes y reserva el personal para la habitación propia. El aceite esencial auténtico revitaliza el aire de manera inmediata, gracias a sus propiedades vibratorias. Sentirás que la “energia” de tu casa cambia de inmediato.

Feliz vuelta.

Sheila Minguito

 

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