¿Es sano exfoliarse? 3 métodos naturales y 4 errores.
baño exfoliante

Raspa aquí, raspa allá, fricciónate, fricciónate…” La semana pasada una clienta me confesó que lo hacía 2 veces a la semana, sino 3… porque tenía la cara con granos.

NO.

Quiero contante algo: las marcas cosméticas quieren vender, más si puede ser. Si tu marca de cosméticos te aconseja que te exfolies la cara 2 veces por semana no se porta bien contigo.

Tampoco si te dice que una a la semana.

En todo caso, con la piel joven, grasa, gruesa o con impurezas, podrías hacerlo 2 al mes.

Si tu piel es todo el resto… con una al mes casi que sobra. Ahora eso sí, una buena sesión de limpieza profunda cada 3 meses lo vas a agradecer mucho.

Y cada día una limpieza que limpie de verdad. Arrastrando lo que va soltando la propia piel, pero nada más.

Hoy te hablaré de la exfoliación, pero aquí  te dejo un artículo que conecta con éste porque la limpieza de la piel debe ser un procedimiento protector y no agresor, como todo lo que hacemos en nuestros cuidados de belleza.

¿Sabías que tu piel es el escudo de tu cuerpo? Es frágil pero a la vez muy resistente.

La capa que tocas, la epidermis, tiene una película de células muertas, queratinizadas, que antes de acumularse en la superficie forman las capas profundas de tu cutis y a medida que van viviendo y envejeciendo suben poco a poco arriba del todo, donde forman un escudo protector maravilloso.

Si tienes un escudo y te lo rajas, ¿Qué crees que pasará cuando tengas que usarlo, cuando te defiendas de una agresión?

Es fácil de imaginar, ¿verdad? Es una mala idea agredir tú misma tu propio escudo protector.

 

cepillado en seco

 

El elusivo punto medio

 

Los dermatólogos dicen que no es bueno eliminar esa capa protectora, lógicamente, pero muchos después te hacen peelings químicos. Algo que copian muchas esteticistas, y finalmente las marcas cosméticas.

¿Por qué dicen una cosa y después hacen otra? “Cuida tu cutis” y ¡zasca!, después raspa, quema, fricciona, elimina…

Pues hay una razón, sí. Y es que su exceso provoca problemillas, cosméticos, sí, pero también funcionales.

Por que la piel no es una superficie, es un órgano. El más grande de nuestro cuerpo, por cierto. Conectado a tantas cosas que es una maravilla.

Y tiene unas funciones que necesitamos mantener en perfecto estado de funcionamiento, valga la redundancia. Y su salud es, claramente, la raíz, la base de nuestra belleza.

 

cepillado en seco

Una función capital

Una de esas funciones es la excretora, que permite al cuerpo poner en marcha programas extra de depuración cuando son necesarios para echar un cable a unos riñones agobiados por exceso de trabajo, un intestino que no da abasto de porquería, o unos pulmones asfixiados literalmente por una malísima calidad respiratoria (y no solo por la contaminación atmosférica, que también), o un hígado a tope de curro.

Entonces la piel exuda toxinas al exterior que se quedan apalancadas con las células muertas y logran que mengüe la buena función cotidiana que tiene que hacer para mantener todo nuestro sistema psico-físico en marcha y bien.

(Y ya no te digo si cuentas con las toxinas que llegan a la piel desde la ropa, los cosméticos, el ambiente… ¡la pobre no da abasto!)

“Pues nada, si tanto las necesitamos no hay por qué quitarlas, ¿verdad?” (y hay un movimiento cosmético que aboga por ello…). Ahora bien, si te las dejas mes tras mes, año tras año, quizás tampoco estés ayudando mucho.

Porque para tener la piel sana y bella necesitamos que las viejas células acumuladas en su superficie no hagan una capa tan gruesa que impidan que los aceites, leches, cremas, mascarillas, serums, hidrolatos, aceites esenciales, etc.,etc.,etc., vayan calando y penetrando en la piel.

“Lo que no penetra no actúa”, dice con absoluta razón mi profesora la Sra. Magonet.

Y por eso necesitamos quitar la capa acumulada en exceso, que la vuelve rígida, pesada y opaca, no solo a la luz sino también al tacto, y por supuesto a los principios activos que quieres ponerte.

Conclusión: de no exfoliarte nunca a hacerlo todas las semanas como se puede leer en revistas o en internet hay un abismo, porque el exceso de exfoliación puede ser tan malo como su falta.

De ahí el elusivo punto medio. Como todo en la vida.

 

 

exfoliación

Cómo descubres tu exfoliación ideal

 

Saber cómo te exfolias de forma correcta para tus necesidades es un punto clave en los cuidados que prodigas a tu piel, desde el cuero cabelludo a tus pies, incluidos los labios.

Si no tienes claro qué tipo de exfoliación, con qué utensilio, sustancia, método y frecuencia es la que necesitas, puede que guiada por consejos cosméticos no saludables te estés aplicando productos innecesarios y agresivos, incluidos muchos caseros.

Si al tocarte notas tu piel áspera, seca, rugosa incluso, opaca… y quieres sentirla justo al contrario: suave, jugosa, limpia, ligera… necesitas descubrir cómo realizar la exfoliación idónea para tu tipo de piel y tus necesidades.

La exfoliación de la piel forma parte de los rituales tradicionales higiénicos de romanos y árabes, de quienes hemos heredado esa cultura enamorada del placer sensorial que produce el cuidado corporal y que nos proveen de métodos muy respetuosos con la salud de nuestra piel.

También la Naturopatía y otras medicinas tradicionales como la Ayurveda aconsejan limpiar la piel con regularidad para mantenerla en buen estado de salud.

Antes de recomendarte los métodos exfoliantes que considero mejores quiero contarte que puedes descubrir todo lo que aconsejo sobre exfoliación en mi Método de Belleza Armónica en el ebook MANUAL de EXFOLIACIÓN SANA y NATURAL, que encuentras en mi web.

Los pros, los contras, recetas, consejos, los bulos que hay que aclarar… más de 30 páginas donde te explico toda mi experiencia en este necesario proceso higiénico.

 

Los mejores 3 métodos

 

Como te decía al principio, las marcas venden de todo.

Con el cuento de vender “cosmética natural” pueden llegar a ofrecer exfoliantes faciales hechos con tierra de diatomeas, que, por muy natural que sea, contiene aristas cortantes que pueden, literalmete, hacer micro cortes en tu piel.

No recuerdo la marca, pero simplemente flipé cuando me ofrecieron un producto así para vender en mi tienda. Si vas a comprar cualquier producto, da igual que sea natural, antes lee la etiqueta.  

Recuerda la importancia que tiene mantener íntegro el “escudo” que hacen nuestras células muertas en la superficie; lo único que tenemos es que rebajar un poco el grosor de la capa, pero no quitarla por completo o abrir micro cortes que, según tu tipo de piel y edad pueden llegar a generar infecciones.

Por tanto, por muy naturales que sean, hay muchos ingredientes que debemos descartar (hay un listado en el ebook) y quedarnos para el cuerpo con el baño exfoliante (o ducha, of course) ya sea manual o con jabón beldi y para la cara el gommage o las enzimas, y finalmente el cepillado en seco tanto para cara como para cuerpo.

Si no los conoces, te describo todo para que los puedas poner en marcha en tu próximo ritual exfoliante en el Manual de Exfoliación Sana y Natural de mi Escuela de Belleza Armónica:

“Vaya bien que me quedó…, bueno, que nos quedó, porque también lo hizo mi hija… y es increíble lo que sale…, ¡madre! qué cantidad de borritas salieron! lo que teníamos y no se veía… buenísimo el baño…”

Es el testimonio no solicitado de una clienta que siguió mis indicaciones para darse el Baño Exfoliante versión manual que describo en el manual.

 

cepillo facial para automasaje

 

Los 4 errores más comunes

 

Antes de terminar quiero decirte que en todos mis años de trabajo con todo tipo de pieles, lo que he encontrado que gana por goleada en hacer mal las cosas es:

  1. Exfoliar la cara en exceso, especialmente por granos, grasa e impurezas.
  2. No exfoliar el cuerpo nada.
  3. Usar cosméticos exfoliantes convencionales con micro plásticos (porque son más baratos y no le damos valor a la exfoliación) o con ácidos (porque los venden como maravillas… y no lo son en absoluto).
  4. Exfoliarte en 5mn todo el cuerpo: va a ser que eso no te saca ni media escama…

Si te identificas con uno de estos puntos (espero que no en todos…), créeme, con que busques el equilibrio vas a notar grandes cambios en tu piel.

Y siempre, siempre, prepara tu Ritual Exfoliante con dedicación, mimo y disfrute.

 

baño exfoliante

 

Tu piel es lo que te define, tu identidad está irradiada desde ella… el tacto nos permite ponernos en con-tacto con todo lo que nos rodea, y curiosamente, también con nosotras mismas.

Tócate bien.

 

Hasta pronto.

Besos y flores.

Sheila Minguito.

 

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2 Comentarios

  1. Marta

    Hola. Mi piel era blanca. luego del cepillado en seco con cepillo de cerdas , mi piel es oscura. Tiene alguna solución ???? Muchas gracias. Marta.

    Responder
    • Aguadeflores

      Hola Marta, gracias por comentar, la verdad es que no puedo darte ninguna respuesta, no he oído ni visto nada semejante nunca. Pero… ¿te has hecho el cepillado una vez, o varias?, ¿has tomado el sol después? ¿tienes alguna enfermedad autoinmune? Es que no es factible que la producción de melanina (que es lo que hace que cambie el color de la piel) pueda cambiar solo por una fricción, si no más bien por causa de alteraciones internas producidas por: tomar el sol, hormonas alteradas o fármacos, también hay algunas enfermedades que oscurecen la piel y quizás lo hayas notado con el cepillado pero no por su causa, sino a la vez. Lo siento pero no puedo ayudarte. En todo caso podrías enviar unas fotos (antes y después si te es posible) a mi correo privado y veo lo que me dices. Gracias y un saludo cordial. Sheila.

      Responder

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