RESPIRATOR para inhalaciones.

Lo primero es preparar una tisana bien concentrada de una planta medicinal que tenga los efectos que buscas:

Tomillo, Orégano y Eucalipto son todas apropiadas para realizar estos vahos, ya sean juntas o por separado.

La tisana tiene que hervir durante 3mn con 1 cucharada sopera de la planta elegida, o de la mezcla de varias, por cada taza de agua.

El Respirator tiene un volumen de aprox. medio litro y te recomiendo que lo llenes (sin llegar al borde) con la tisana, de modo que prepárala con al menos un par de tazas de agua y 2 cucharadas bien llenas de la planta/s.

Una vez esté hirviendo esos minutos, cuela el líquido en el recipiente del Respirator pero no tires las hierbas, déjalas en el cazo donde hiciste la tisana porque habrá que reutilizarlas varias veces. Coloca la tapa rápidamente y ya se empieza a hacer la inhalación.

Al principio hay que ir con cuidado porque el vapor incide sobre todo en el labio superior y la punta de la nariz.

Acerca la cara y aléjala alternativamente hasta que no te moleste nada el calor del vapor y mantenla apoyada sobre el inhalador todo el tiempo posible resistiendo el mayor calor posible sin que te queme.

Para hacerlo con niños, un adulto debe supervisar primero en su cara el calor que está saliendo. Cuando sea adecuado ya puede colocarse el pequeño en el inhalador.

Una vez acomodada la cara sobre el inhalador a la mayor temperatura posible sin que queme, se hacen respiraciones por la nariz y por la boca, alternativamente si la nariz tiene algo de paso de aire.

Sino se respira por la boca y se intenta inhalar algo por la nariz también.

Los vahos irán poco a poco despejando las fosas nasales.

Pasados unos pocos minutos, quizás 5-6mn, el vapor dejará de estar muy caliente y hay que volver a calentar la tisana: devuelve el líquido al cazo y vuelve a llevarlo a ebullición. En cuánto hierva de nuevo, vuelve a colarlo en el recipiente del Respirator y se repite otra tanda de inhalaciones mientras dure el vapor a su más alto nivel de calor.

De esta manera se hace 3 o 4 veces para que los vahos sean operativos, consiguiendo que el tiempo total recibiendo vapor en las vías respiratorias sean unos 15-20mn, y para los niños unos 10mn.

Generalmente a medida que se van haciendo las tandas de inhalaciones la persona nota mucho alivio y es muy agradable de hacer. Después de la primera inhalación ya se coge el tranquillo y resulta muy fácil y cómodo. También la piel se acostumbra rápidamente al vapor… eso sí, hay que adecuarse a la sensibilidad personal.

Cuando termines las inhalaciones ya tiras las hierbas recocidas y el líquido lo puedes reutilizar para regar tus plantas.

Aclara el Respirator con agua y no te importe que quede manchado con los taninos de las hierbas. Guárdalo bien seco para que no desarrolle mohos en su superficie.

Precauciones:

Cuando termines las inhalaciones no debes salir a la calle si está frío con la nariz y garganta recién vaporizadas, debes mantenerte en casa. Si no fuese posible tienes que protegerlas del aire frío con una bufanda, de lana, a ser posible.

Atención: antes de usar por primera vez el Respirator tienes que revisar el borde del inhalador porque puede estar mal rematado y molestar al apoyar la cara. Si te encuentras alguna rebaba líjala suavemente antes de usarlo por primera vez.

Durante los procesos agudos puedes usarlo las veces que necesites al día, puede ser una o más, hasta 4 veces si es necesario. Se espacian las inhalaciones en cuanto haya mejoría y se dejan en cuanto esté curada la persona.

Durante los procesos crónicos se usa una vez al día.

Si lo quieres usar para limpiar a fondo las vías respiratorias puedes usarlo una vez por semana.