Los difusores de aromas están tan de moda como hace unos años el incienso con el buda… todo el mundo tiene uno en su casa. Para mí es muy agradable verlo porque estos aparatitos son cada vez más monos, útiles y asequibles, nada parecidos a los escasos y problemáticos modelos de hace varias décadas, cuando yo empecé a usar aceites esenciales. Cada vez nos demandan más en la tienda estos dispositivos y quiero puntualizar varias cosas sobre ellos que es necesario tener en cuenta para elegir entre tanta oferta (no necesariamente buena) y para sacarles todo el jugo, porque son muy útiles para dejar de usar productos químicos para ambientar tu hogar y por supuesto para cuidar tu salud con los aceites esenciales.

Bueno, ¿y para qué quieres un difusor?

Pues precisamente para aplicar la Aromaterapia por la vía olfativa de manera sencilla, fácil, cómoda y muy, muy agradable. Los beneficios serán aquellos que tiene cada aceite esencial, simple o en mezclas, por lo que disfrutarás de sus acciones:

  • A nivel físico: sobre todo respiratorias o inmunológicas, purificantes o desinfectantes, y desodorizantes del aire que respiras. Previenes contagios, depuras el aire y respiras mejor. A nivel sensorial es muy agradable estar en una atmósfera limpia y ligera. Esta acción es especialmente apropiada para aquellas personas que trabajan con mucha gente: clases, negocios, despachos, etc… y por supuesto si hay fumadores en casa.
  • A nivel emocional y mental: la olfacción de los aceites esenciales actúa a nivel cerebral y de ahí a nuestras emociones de inmediato. En este caso, son estupendos si deseas apoyarte en ellos a título individual: para estudiar mejor o trabajar intelectualmente, para descansar y relajarse, para dormir, o para tonificarse por las mañanas. Por ejemplo, iniciar el día con una espitosa mezcla de cítricos como la Lima y el Limón (¡sí, como los helados de cuando éramos niños…!!) que te activan, te ponen las pilas y te conectan con la alegría haciéndote sonreír solo con anticipar lo bien que huelen mientras pones en funcionamiento el difusor. O disfrutar de cualquier aroma simple de tu aceite esencial favorito, como la Salvia Esclarea… O relajarte con una fragante mezcla de Lavanda e Ylang ylang… O… ¡infinidad de posibilidades aromáticas!
Pero para esto es necesario utilizar un difusor que permita el uso de aceites esenciales, evitando los que usan fórmulas sintéticas de perfumería.

Difusión Antitabaco, disuasión y oxigenación.
De nuestra marca exclusiva Gavots de Provence.

Tipos de dispositivos

Os vais a encontrar varias palabras que parecen lo mismo pero que o bien indican diferentes tipos de producto o bien son similares, de ahí la confusión:

Nebulizador / atomizador / ionizador / humidificador / brumizador / ultrasónico

Difusor nebulizador: no requiere agua, el aparato suele ser de cristal o bien usa la misma botellita de aceite esencial, que se coloca en el aparato, y lo dispersa en forma de micropartículas a través de un motor que vibra y produce aire y lo propulsa al exterior. Consume mucho aceite esencial, menos recomendado para un uso en hogar, mejor para uso profesional o cuando se requiere un alto nivel aromático porque son muy rápidos y potentes, de hecho, es fácil que te pases con la sensación aromática: en unos minutos pueden saturar el aire de una habitación, lo que puede llegar a ser molesto. Aquí, como en la vida, la dosis es muy importante. Sin embargo, algunos modelos tienen programas muy cómodos para que esto no ocurra, por ej. difunden 5s cada minuto durante 30min…

Difusor humidificador/ brumizador/ ultrasónico /atomizador: cualquiera de estos nombres te ofrece un aparato que usa agua que se dispersa con apariencia de humo pero que realmente son microgotas, producidas sin calentar el agua si no por emisión de ultrasonidos que hacen vibrar el agua y el aceite.

Es posiblemente el tipo más aconsejable para el hogar, económico y fácil de usar. Se rellena de agua (a ser posible sin cal porque duran más) y se añaden de 3 a 8 gotas del aceite esencial elegido, si tienen se elige el programa que más te interese y ya está….Eso sí, los brumizadores suelen ser de marcas que no admiten aceites esenciales…sigue leyendo que te lo explico todo.

Difusor de calor: puedes encontrarlos eléctricos realizados en cerámicas que calientan a baja temperatura, menos de 45ºC, que parece ser que no altera la composición del propio aceite esencial y son los únicos aconsejables, porque las moléculas aromáticas son muy sensibles a la temperatura y respecto a los aceites esenciales se sabe que el calor altera sus propiedades terapéuticas. Por eso el calor que produce es algo de lo que asegurarse porque seguro que conoces los más habituales: son los que van con vela, aunque yo los desaconsejo totalmente porque son peligrosos (el fuego de la vela…) y alteran el aroma del aceite esencial ya que llegan a altas temperaturas (¡yo he visto cómo aparecían burbujas en el agua en uno!). Como otro inconveniente más hay que añadir que se suelen ensuciar mucho porque la superficie de aceite esencial sobre el agua atrae mucho polvo incluso si se limpia a diario. Sin embargo, si en un momento no se dispone de un difusor eléctrico se puede usar como opción casera, económica y sin riesgo una taza de cerámica llena de agua caliente a menos de 45ºC con el aceite esencial flotando y colocarla sobre el radiador, que irá evaporándose poco a poco, pero hay que evitar que suba mucho la temperatura por que sí no tendrá solo una función aromática, no terapéutica.

Difusor evaporador o ventilador: su mecanismo lleva un ventilador que evapora el aceite esencial que se coloca sobre un filtro habitualmente de celulosa que se cambia según se agote el aroma, no lleva agua ni calor. Los difusores antiguos con este sistema consumían mucho aceite esencial y daban menos olor que cualquiera de los demás, pero hoy ya hay modelos más eficaces con este funcionamiento y pueden ser muy agradables de usar. El más conocido de este tipo es el que va en el coche, muy recomendable para los conductores porque pueden usar aceites esenciales que ayuden a mantener la atención y no relajarse mucho…

Otras funciones:

Ionizador: algunos modelos explican que llevan función ionizador, pero aún no he encontrado explicación de qué cantidad de ionización emiten, ni para cuántos metros2, lo que de momento me provoca sospechas… Algunos blogs de aromaterapia explican que la difusión de aceites esenciales genera iones negativos, y que éstos eliminan partículas tan pequeñas como de 0,01 micrones… bueno, esto habría que demostrarlo porque incluso los propios aparatos de ionización están en entredicho a causa de su mínima producción de iones negativos, cuanto más un difusor eléctrico que por su mismo funcionamiento conectado a la red eléctrica genera campos electromagnéticos que provocan iones positivos. Si se refieren a la polaridad eléctrica de los aceites esenciales también habría que matizarlo porque algunos aceites tienen carga negativa y otros positiva…. Por tanto, cualquier bienestar asociado a esta función que incremente las cualidades de los aceites esenciales de momento para mí habría que demostrarlo.

Humidificador: los aparatos que llevan agua efectivamente difunden en la atmósfera una pequeña cantidad de la misma durante su funcionamiento, lo que puede ser útil en casas con ambiente muy seco, pero apenas se notará porque la cantidad nebulizada es mucho menor que la de un humidificador especializado, con el que no deben confundirse. Si por el contrario hay mucha humedad ambiental por la misma razón tampoco añadirán mucha agua a la atmósfera.

Esta foto fue publicada en IG por nuestra clienta Mar de Estudio62Pilates, mi centro de Pilates en Gijón, que quedó encantada con las luces del difusor que le recomendamos para depurar el ambiente de su estudio de Pilates que además de ambientar con un olor maravilloso, purifica el aire evitando los contagios.

Para elegir entre ellos:

Decirte que…

  • Los que llevan agua consumen menos aceites esenciales que los que no la llevan, por tanto, resultan más económicos para un uso cotidiano como ambientador en el hogar. Si no vas a darle un uso profesional o terapéutico al aparato yo recomiendo más los ultrasónicos que los nebulizadores porque gastan menos gotas de aceites esenciales.
  • Los más sencillos y económicos no tienen programas, pero muchos tienen la posibilidad de elegir entre distintos programas de difusión a gusto de cada uno. Los programables son los únicos aconsejados para dejar puestos de noche (porque no es conveniente dormir toda la noche con el aire lleno de aceite esencial), ya que se apagan solos al terminar el programa, por ej. no más de 30min.
  • Algunos modelos llevan luces led de colores que son muy agradables de ver, pero es necesario que puedan desconectarse si en un momento deseas que no te molesten…
  • Algunos están provistos de altavoces que te permiten conectar música mientras están encendidos: esto puede resultar muy agradable en según qué ambientes.
  • No todos son totalmente silenciosos porque la mayoría emite una suave vibración, si bien no molesta porque se atenúa con el sonido ambiental. Pero esto es muy importante de averiguar si lo quieres usar por la noche en la cama, durante tu meditación o para estudiar. Si no te garantizan que son silenciosos al menos se aconseja que no pasen de 30-35 decibelios, pero lo mejor es probarlo en la habitación donde lo quieres poner.
  • Hay modelos infantiles que recomendamos por el tipo de material que están hechos y por la duración de los programas. Si tienes niños menores de 7 años es siempre preferible uno adecuado a ellos para no pasarte con la dosis de aceites esenciales.
  • Hay algunos modelos con pilas y solo conozco un modelo portátil con batería (para mi gusto, con un precio elevado), el resto llevan cables por lo que en general dependemos de tener un enchufe cerca. Algunos modelos pequeños presentan un enchufe tipo USB que va al portátil.
  • Y sí, todos sirven para interior y exterior: son ideales para jardín o terraza, por ejemplo, ¡indispensables para difundir aceites esenciales que ahuyentan a los mosquitos por el verano!

Sustancias aromáticas

Todos ellos difunden en el aire una sustancia aromática que se pone en el propio aparato. Según el fabricante del dispositivo, esta sustancia puede ser natural: los aceites esenciales, o sintética: las esencias y los perfumes o brumas de ambiente.

Es evidente que nunca te voy a aconsejar usar una sustancia química que imita un aroma natural, por lo que te recomiendo que estés muy atenta al tipo de dispositivo porque algunas marcas solo pueden usarse con el producto sintético que vende la misma marca, y nunca debe usarse con aceites esenciales auténticos. Esto es debido exclusivamente a los materiales usados (los aceites esenciales auténticos pueden alterar algunos plásticos o mecanismos de funcionamiento) o el tipo de difusión. Por eso, asegúrate de comprar sólo aquellos difusores que permitan el uso de aceites esenciales auténticos, como los que tenemos en nuestra tienda, ¡por supuesto!

También es muy importante asegurase de usar solo aceites esenciales auténticos y no productos que puedan ser extractos, o esencias… puedes estropear tu difusor porque no está preparado para otras sustancias.

Diferencias entre usar aceites esenciales o perfumes de ambiente.

Además del precio porque la mayoría de los perfumes de ambiente son mucho más baratos que los aceites esenciales auténticos (digo la mayoría porque hay marcas de lujo que tienen un precio de mercado muy alto, independientemente de que sean de síntesis), y aunque tampoco se puede decir que la difusión de aceites esenciales auténticos sea cara porque se usan unas pocas gotas de éstos para horas de difusión, la diferencia significativa de usar aceites esenciales es la acción terapéutica. Cuando inhalas unas partículas de aceite esencial de Eucalipto, por ejemplo, difundidas en el aire de tu casa, además de oler rico y refrescante, estás manteniendo a raya los virus de la gripe y calmando la posible irritación de las vías respiratorias. Esto no lo obtienes con un perfume de Eucalipto, por muy parecido que sea el olor al original. Es la diferencia entre Aromaterapia y Perfumería. El aceite esencial es una sustancia viva, real, bioquímicamente activa que tiene una acción en la atmósfera y en los seres vivos. El perfume es una sustancia química, en general inerte, aunque lamentablemente sabemos que también tiene una actividad en nuestros organismos, pero negativa por deposición de agentes químicos que son indeseables. No te la juegues.

Otra diferencia a favor es la duración del aroma: si usas aceites esenciales éstos producen una estimulación olfativa solamente durante el tiempo que se tiene activo el aparato. En cuanto se dejan de difundir la gran mayoría de los aceites esenciales desaparecen de la atmósfera, lo que evita la saturación olfativa, mientras que esto no ocurre con los perfumes de ambiente ya que son fórmulas perfumísticas con fijadores químicos para que duren en el ambiente ( exactamente igual que ocurre cuando usas un aceite esencial o un perfume para perfumarte: con el aceite esencial – la mayoría de ellos – tendremos unos minutos de aroma mientras que con el perfume o el agua de colonia tendremos varias horas o días).  Esto es muy interesante porque a pesar de que el mercado y la industria química nos ha inducido a pensar que es muy deseable estar oliendo el aroma todo el rato, no es sin embargo algo positivo en sí mismo: si estimulamos excesivamente nuestra pituitaria y por tanto nuestro cerebro con un aroma intenso que destaque olfativamente por encima del aroma cotidiano, lo podremos percibir durante un ratito, pero enseguida dejamos de olerlo por agotamiento del sentido del olfato, que simplemente funciona así. Por último, los aceites esenciales, aunque los usemos como ambientadores son moléculas de alta actividad bioquímica y deben usarse adecuadamente y con moderación: en Aromaterapia también ocurre que podemos obtener resultados opuestos a los deseados porque hemos sobre-estimulado nuestro sentido del olfato. De modo que si no es ni necesario ni oportuno tener en la atmósfera un aroma intenso todo el tiempo, no hay razón alguna para elegir un perfume de ambiente sintético frente a un aceite esencial auténtico.

Eso sí, a pesar de que la duración del aroma en el ambiente es posiblemente menor que si usas un perfume de ambiente, las moléculas de los aceites esenciales quedan en suspensión en el aire y por sus propiedades bactericidas, lo limpian y desinfectan por lo que, aunque no lo huelas tanto… hacen su efecto de inmediato y maravillosamente.

Para terminar, y no menos importante, usar aceites esenciales auténticos en nuestro ambiente cotidiano, hogar, trabajo, coche… favorece la desintoxicación de nuestro sistema olfativo de los aromas químicos y poco a poco se producirá una vuelta a la correcta función de nuestro olfato, por lo que dejarán de gustarnos los aromas sintéticos que perduran horas y horas tanto en el aire como en nuestros cosméticos o alimentos, gracias a los fijadores sintéticos que a su vez suelen ser sustancias nefastas (muchos son disruptores endocrinos) y que es la razón principal de la necesidad habitual de que el ambientador dure mucho: nuestra nariz está atrofiada y necesita mucha estimulación para poder funcionar. Esto irá corrigiéndose con el uso de los aceites esenciales auténticos y volveremos a tener contacto con las sutilezas de nuestro sentido más intuitivo…

Espero que estas aclaraciones te ayuden a encontrar y usar tu difusor de aceites esenciales ideal…, ¡que lo disfrutes!

Sheila Minguito.

 

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