Si nunca has olido el aroma de un hidrolato puede que te lleves una sorpresa.
Quizás conozcas el aroma del agua de rosas, o de azahar, que puedes encontrar tanto en farmacias, como perfumerías e incluso en la sección de postres de los supermercados.
O quizás el aroma de un perfume con agua de rosas, o de un producto cosmético que dice que huele a tal cosa…
Y en versión natural igual conoces el aceite esencial de la planta, la planta fresca recién cogida o incluso una infusión de la misma.
Por eso si piensas que ese aroma conocido es el que tiene que tener, cuando destapes la botella de un hidrolato auténtico de calidad bio y de uso oral quizás no reconozcas lo que estás oliendo.
Descubre los hidrolatos
Si hoy estamos hablando de Hidrolatos es gracias al auge de esta rama de la Fito-Aromaterapia, debido al mayor consumo de productos de origen natural, en especial en la belleza pero también en la salud y el bienestar.
Los hidrolatos se destilan idealmente de la planta recién recolectada con un alambique, y su uso es tanto medicinal como cosmético o aromático.
Se pueden extraer tanto de plantas aromáticas como de otras plantas medicinales que no contengan aceites esenciales.
Por ejemplo, entre los hidrolatos que me provee mi laboratorio, la Provençale d’Aromatherapie, está el Hidrolato de Árnica, excelente como cicatrizante o el de Grosellero Negro para la cuperosis y la rosácea.
Los hidrolatos auténticos son sustancias vivas extraídos de plantas que crecen con numerosas variantes de cultivo y alta sensibilidad a su manipulación:
- la cantidad de horas de sol que la planta recibió antes de su destilación,
- el agua con la que creció,
- el tipo de cultivo y la zona geográfica
- la hora, el día y el mes en el que se ha recogido
- quién la ha destilado, cómo y dónde… (sí, esto es mucho más importante de lo que parece).
El aroma de pequeñas joyas
Todo eso configura que cada frasco de hidrolato, igual que ocurre con cada frasco de aceite esencial cuando son auténticos, sean pequeñas joyas qué recogen la energía de una planta, un momento y un lugar concreto y que no se pueden repetir.
Si provienen de una planta aromática es más fácil reconocer algo su aroma porque contienen una pequeñísima cantidad de aceite esencial.
Pero incluso si provienen de Rosas, Azahar o Helicrisum, (que son los más aromáticos y similares al aroma de la flor de entre los que yo conozco) a veces tampoco recuerdan al olor que tú conoces de esa planta.
Y ya no te digo si conoces una marca y pasas a otra…
Por eso abrir un frasco de hidrolato puede ser una linda sorpresa olfativa, y como con cualquier olor puede gustarte o no el aroma de un hidrolato…
Pero esto no debe echarte para atrás a la hora de usar un hidrolato en tus cuidados de belleza o de salud integral.
Disfruta del aroma de un hidrolato
Por tanto, no esperes que un hidrolato ecológico te huela como el agua de rosas comercial (o la de azahar, etc…) ya que muchas aguas cosméticas no son más que agua a la que se añade aromas… y eso no es un hidrolato.
Así que vas a descubrir que algunos huelen muy, muy bien (y ya sabemos que para gustos hay colores…) mientras que otros no te gustarán tanto, como con cualquier aroma sea natural o no.
Pero puedes apreciar mucho mejor el aroma de cada uno de ellos si los pulverizas con un spray (para el cutis es maravilloso) o te los bebes diluidos en agua como te cuento en este post.
¿Usas hidrolatos? ¿Alguno te ha sorprendido por su aroma?
Gracias por leerme.
Cuídate.
Sheila Minguito.
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