Cómo tomar el sol cuidando tu salud.
mujer tomando el sol bajo una sombrilla de colores con un sombrero blanco de paja

Tomar el sol cuidando tu salud sería lo normal.

La playa, la montaña, los deportes al aire libre tanto de verano como de invierno, son actividades que necesitan una protección solar natural y ésta la crea nuestro propio cuerpo: el bronceado.

En las últimas décadas estamos escuchando constantemente lo “peligroso” que es el Sol y sin embargo a pesar de los protectores solares cada vez hay más problemas de piel y de salud por nuestro comportamiento con la radiación solar:

  • Falta de Vitamina D
  • Alergias solares
  • Alteraciones pigmentarias
  • Quemaduras y daño al capital solar
  • Envejecimiento acelerado

¿Te gustaría tomar el sol cuidando tu salud y evitar todo eso?

¿El Sol hace daño?

 

Sí y no, pues tanto en exceso como en su falta es dañino.

Pero realmente es fuente de vida y longevidad si lo tomamos equilibradamente, como todo en esta vida, ¿no es así?.

 

Ni poco…

Sin él no vivimos sanos, algo que ya se está evidenciando por la ‘epidemia’ de falta de Vitamina D que tenemos en nuestro primer mundo y más aún en España (a pesar de tener la mayor cantidad de horas de sol de Europa, ¿o precisamente por eso?).

Esta vitamina es imprescindible, entre otras funciones, para el correcto funcionamiento de nuestras células y tiene una actividad capital en el Sistema Inmunitario, que funciona mal si está baja.

Es precisamente la paradoja del asunto de los protectores solares ya que evitan las quemaduras pero también la sintetización de la vitamina D, por lo que finalmente tenemos una bajada de defensas.

Y las defensas bajas juegan en contra nuestra en relación a todo tipo de enfermedades incluido el supuesto resultado de la radiación solar, el tumor de piel*.

Necesitas saber que:

Un filtro solar con un FPS del 15 bloquea la producción de la Vit. D un 95% 

… Ni mucho

Ahora, si nos pasamos tomándolo o nos quemamos por imprudentes las consecuencias también son muy malas.

El exceso de sol genera un estado inflamatorio cutáneo que acaba con el agua del tejido conjuntivo, daña el colágeno y por tanto el sostén de nuestra piel y su regeneración, elasticidad y belleza.

Incluso con protector podemos excedernos tomándolo, precisamente su uso permite “sobredosis” de sol que no son nada saludables.

Y si nos quemamos es aún peor.

Reducimos el capital solar, que es una noción que explica que cada fototipo tiene una capacidad distinta de aguantar y reparar el daño celular producido en las quemaduras.

Y si sobrepasamos ese límite por exceso de radiación ya no tendremos capacidad de proteger la piel del sol ni repararla, con lo que las mutaciones celulares ya no serán contenidas.

La idea para mantener el capital solar intacto es no quemarse nunca y evitar el exceso de radiación solar según tu fototipo, ya sea con una alimentación solar adecuada o usando protección solar natural.

Esto es muy importante para los niños pues si se queman a menudo crecerán con una dificultad añadida:

El capital solar no se puede incrementar con nada, solo se gasta, y cuando se agota no existe regulación celular ante las mutaciones.

 

Carga la pilas con sabiduría

También a nivel energético es necesario el equilibrio: el Sol es el gran Yang y tomarlo en exceso agota las reservas energéticas: ¿quién no ha llegado cansada a casa después de una tarde de sol y playa (o piscina)?

Supuestamente deberíamos llegar energetizadas, pero eso solo ocurre si dosificamos nuestras horas al sol.

Por tanto si queremos cargas nuestras pilas solares necesitamos tomar el sol con consciencia y permitimos que nuestro cuerpo realice las funciones con las que la naturaleza nos ha dotado.  

De esa manera los baños de sol serán fuente de salud, alegría y vigor. Y si no, es fuente de agotamiento, envejecimiento y enfermedad. ¿Qué eliges?

 

Bronceado sano para cuidar tu salud

 

mujer morena con sombrero amarillo tomando el sol

El bronceado es la protección solar natural.

Lo realiza la piel para impedir que los rayos más destructivos alcancen las capas profundas y la dañen gravemente, lo que no solo afecta a la propia piel sino a todo nuestro cuerpo.

Cada fototipo tiene genéticamente una mayor o menor cantidad de melanocitos, las células especializadas en producir melanina, la sustancia oscura protectora.

Ya sabes que las pieles claras tienen menos de estas células y por eso su bronceado es menos intenso. Y al revés con las pieles más morenas.

En el momento que empezamos a recibir más radiación solar ultravioleta empezamos a producir melanina.

La protección solar natural empieza a desplegarse, yo digo que empezamos a “echar el toldo” y según sea la velocidad de producción nos quemaremos o no, habrá más o menos daño…

Y es justamente es ese lapso de tiempo que tarda la piel entre estar blanca y morena en el que se sintetiza la mayor cantidad de vitamina D. 

Hay niveles saludables de exposición solar sin protección.

Por eso es muy importante saber tomar el sol para cuidar tu salud integral.

 

Alimentación solar: toma bien el sol

 

ilustración de 2 chicas morenas tomando el sol en un plato blanco

 

Si tomamos el sol gradualmente sin protector y dejamos que la piel durante el baño solar pueda llegar incluso a enrojecer levemente, por supuesto sin sentirse tirante, ni caliente, ni verse roja…

… permitimos que se produzca adecuadamente la melanina a la vez que se va sintetizando la vitamina D3.

Una vez nos pongamos morenas la sintetización se hace igual pero más lentamente, lo mismo que ocurre a medida que cumplimos años.

El tiempo que necesita tu piel para que le dé el sol sin llegar a quemar solo lo puedes saber tú, pero siempre tanteando y previniendo el exceso.

Pero como práctica general recomiendo comenzar con baños solares de 5mn y aumentarlos 1-2 mn día a día hasta alcanzar los 20-30mn de baño solar diario y según el fototipo se adapta.

A tomarlo excepto entre las 14 y las 17h (hora solar las 12 y las 15h).

Para sintetizar suficiente Vit D para todo el año, hay que tomar ese sol a diario de esta forma durante 4 meses en el año.

¿Quién toma así el sol?

Ese es el problema.

Con los protectores solares abusamos de las horas de sol y se va a la playa el primer día a tumbarse horas y horas en el primer día de vacaciones sin haber preparado paulatinamente la piel para esa sobredosis.

Y como usamos un protector solar de índice alto para pegarnos “una panzada de sol” de nada sirven todas esas horas de sol para sintetizar vit. D pues ya vimos que los filtros solares la bloquean.

Así que si quieres tener una correcta alimentación solar necesitas programar tu dosis diaria de radiación sin protección y según tu fototipo. 

Y para el resto del tiempo que tengas que estar expuesta al sol usas el protector solar.

 

3 consejos para un bronceado sano

 

Así que los baños solares cotidianos y adaptados a tu fototipo son la única opción para no dañar nuestra piel y nuestra salud, fomentando la protección solar natural.

Pero además puedes ayudar mucho más a tu piel a soportar la radiación solar si la preparas previamente, algo muy importante después de meses tapada.

Con una buena exfoliación y una super hidratación ayudarás a tu piel a broncearse mucho mejor y sacar buen partido al sol.

 

1. Lo que no debes hacer

Si no la preparas antes te vas a encontrar con muchos problemas que después tienen mala solución.

Ponte en situación:

piel opaca, cargada de células muertas + crema con derivados del petróleo + pantallas químicas con disruptores endocrinos + radiación ultravioleta a morir.

¿Te imaginas el resultado?

Para mí está claro: agredimos la piel, bajamos la energía y no obtenemos vitamina D. Un chollo para nuestra salud, vamos.

Y después echamos la culpa al sol…

ilustración de las piernas de una pareja tomando el sol en la playa sobre una toalla blanca

 

Todo esto es mucho peor cuando:

  • tienes un fototipo medio o claro,
  • pasas de los 40,
  • tu capital solar está agotado o
  • tus melanocitos son lentos y frágiles (yo he visto personas morenas que se quemaron el escote una tarde de primavera en una terraza…).

Así que si es tu caso (o el de tus hijos o pareja) necesitas ayuda.

Y es que puedes ayudar a tu piel a broncearte antes y mejor fomentando la protección solar natural.

Sobre todo si a pesar de los protectores te sigues quemando o teniendo otros problemas como alergias o pigmentación irregular (por ej. te pones morena salvo en las piernas o en la cara…)

La presencia de lípidos en las estructuras intercelulares de la piel mejora la respuesta de ésta a la radiación solar.

Por eso es tan importante que le aportes buenos aceites vegetales o leches que los contengan.

Así que recuerda que para ponerte al sol y broncearte rápido y bien necesita estar limpia e hidratada en profundidad.

Resistirá mejor la agresión y estará en condiciones de funcionar mejor y aprovechar mejor la posibilidad de activar la producción de melanina para proteger la piel.

 

2. Exfoliación y superhidratación

 

Como te explico en este post, deshacerte de las células muertas acumuladas no debe dañar la superficie de la piel, dejándola desprotegida, sino todo lo contrario.

Así que prepara un plan SPA de finde y antes de tu primer baño de sol hazte una exfoliación profunda y respetuosa, que te la dejará preparadita para una hidratación intensiva.

Con la piel exfoliada ya puedes ponerte una buena dosis de aceite vegetal, según tu tipo de piel, con la piel húmeda.

Y seguidamente otra buena dosis de leche hidratante, sí, justo después del aceite, masajeándote con amor hasta su total absorción.

Y terminas tu SPA casero con una deliciosa taza de tisana, infusión o hidrolato para reponer desde dentro el agua necesaria para hidratarte bien.

Este cuidado tienes que repetirlo cada mes durante el verano, además de ponerte una buena cantidad de leche post solar cada vez que vuelvas de tomar el sol (aunque sea en el balcón o en una terracita tomando una caña).

Las leches o cremas post solares son más adecuadas para después del sol que las leches corporales habituales porque suelen (o al menos deberían) llevar agentes restauradores de la piel tras los baños solares.

El aceite de Hipérico, el gel de Aloe Vera, o el extracto de Caléndula están entre los que más me gustan a mí.

Por eso no dudes en usarlas cada día si te da el sol, incluso aunque no hayas tomado el sol ‘a posta’. Lo notarás al final del verano.

 

3. Aceleradores

 

Como complemento a toda la protección solar natural están los aceleradores del bronceado: sustancias que ayudan a los melanocitos a producir más y mejor la melanina protectora.

  • Los betacarotenos son, por ejemplo, de lo más natural entre los que puedes encontrar y como apoyo funcionan muy bien, sobre todo si tu alimentación carece de nutrientes vegetales suficientes.

Tienes que tomarlos durante los meses de primavera y verano, ya sea en cápsulas como en jugos de zanahoria recién exprimidos.

A ser posible de calidad ecológica porque te vas a tomar bastante: tienes que tomar 1 vaso al día ya que es una de las mejores proveedoras de estos pigmentos amarillos y naranjas.

Pero a veces son insuficientes. Por eso te propongo usar el:

  • Acelerador del Bronceado S.P.A. un específico para ayudar a tus melanocitos a trabajar mejor, logrando que su función protectora se realice adecuadamente.

Salvo que ya conozcas esta fórmula exclusiva de aceites esenciales, te sorprenderá de qué está hecha y cómo funciona.

acelerador del bronceado de aceites esenciales

Si te interesa, te cuento todo lo que necesitas saber aquí.

 

La protección final más saludable

 

Con la piel preparada, tu dosis de betacarotenos, estimulados tus melanocitos con el acelerador del bronceado y elegidas las horas adecuadas y la duración de tu baño solar ya no sería necesario un protector solar porque no te quemarías…

Pero esto puede ser utópico, ¿verdad?

Por eso vas a necesitar echar mano de la protección solar natural, para el resto del tiempo que por una u otra razón tienes que estar al sol.

 

Protectores solares ecológicos

 

protectores solares bio de amapolabio

Son la única opción saludable, tanto para grandes como para niños.

Los que contienen filtros sintéticos de tipo no físico (son los que requieren que te los pongas 30mn antes de la exposición solar) contienen sustancias que han demostrado ser disruptores endocrinos, alterando la producción y el metabolismo de las hormonas.

Además, sus componentes cosméticos convencionales derivados del petróleo y otras sustancias sintéticas contaminan el agua del mar, piscinas y ríos en cuanto te bañas y se van disolviendo en el agua.

Algunos como las benzophenonas ya están en punto de mira de la UE para ser retiradas de los cosméticos que las incluyen por las evidencias científicas de su acción endocrina tóxica.

Por ello mi recomendación es que solo uses los protectores solares de tipo físico, de calidad eco, que actúan de inmediato y no necesitas ponértelos antes.

A lo largo de los últimos años las empresas que los producen han mejorado las fórmulas y cada vez tienen texturas más amables y cómodas de usar, sin dejar blanca la piel.

Este año he elegido los protectores solares de Amapolabio, que me parecen fantásticos.

En este enlace te dejo un artículo de su blog sobre los protectores solares por si te apetece más información.

Espero que te haya gustado y que te haya aportado elementos para tomar el sol cuidando tu salud y disfrutando cada rayito.

Gracias por leerme,

Namasté.

Sheila Minguito.

 

 

*En relación a esta enfermedad las estadísticas demuestran que su incidencia no ha disminuido con el uso de protectores solares, lo que revela que sus causas no son las radiaciones solares.

 

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