Ayer te hablaba de plantas medicinales y ésta podría ser una clase de las que me daba mi padre: “Sheila, ¿cuál de estas plantas es el Orégano?”
En la foto hay una pista, pero él nunca me daba ninguna.
Tenía que reconocer la planta perfectamente, no equivocarme ni una sola vez. No me lo permitía: con la salud nunca se jugaba, era muy exigente.
¿A qué huele?
¿A qué sabe?
¿Qué color tiene?
¿Qué textura?
Aprendiendo con lo que teníamos: sensibilidad y repetición.
Y ya sabemos que lo que se aprende por los sentidos perdura toda la vida. En especial el sentido del olfato, que tiene la mejor biblioteca del recuerdo de todos.
Estábamos en una pizzería en Andorra, volvíamos de Exposalud en Barcelona**, en los primeros años 90.
Mi padre se dejó convencer porque le di la paliza hasta que cedió: ¡teníamos que ir a la primera feria del mercado de Salud Natural de España!
Pero había que aprovechar el largo viaje y nos llegamos hasta el pequeño principado de los Pirineos a buscar unas ollas de hierro fundido que eran una maravilla para cocinar sano.
Con lo raro que nosotros comíamos, al llegar por allí no sabíamos dónde repostar sano.
Mi hermano mayor venía con nosotros y convención a mi padre que en una pizzería podríamos encontrar algo que no fuese un atentado a la salud.
La que comí allí sería mi primera pizza no casera, con el aroma del orégano en la pizza recién sacada del horno…
Son estas sensaciones que se quedan ahí. Tú sabes.
Era la primera vez que fuera de mi casa me encontraba con ese aroma tan familiar, y ¡tan rico!
Por eso cuando estas vacaciones me encontré en el mercado de Plasencia con un paisano de toda la vida vendiendo ‘ese’ orégano que tienes a la izquierda de la foto estallé de felicidad.
¡Por fin un orégano bueno!
Uno recogido y secado en ese mismo verano. Fresco y seco. Con un color, una textura, un sabor y un olor inigualables: los de orégano.
Ese orégano que sublima la pizza, sí, lo mismo que sacude el catarro y te lo quita con un “requemao”.
Ahora bien, tiene que ser un orégano bueno, fresco (me refiero a una recolección cercana, que no tenga decenas de años en el almacén) y bien procesado.
Si no te encuentras con los otros oréganos de la foto.
Exacto, la pregunta venía con trampa. Todos son orégano, uno de ellos con sello ecológico.
Pero ya con la simple vista ves la calidad. Si los hueles no te cabe duda alguna. Y para que el orégano despliegue toda su fuerza, su eficacia, tiene que tener calidad.
Como cualquier planta medicinal, y como cualquier aceite esencial, extracto o aceite macerado.
Por eso, para que te sirvas de un buen orégano a la hora de fortalecer tus defensas ahora que cambia el tiempo yo confío en la calidad de las plantas de Forza Vitale y con este:
https://aguadeflores.com/producto/quintaesencia-oregano-tomillo-ajedrea-forza-vitale/
Tienes el Orégano en aceite esencial combinado con Tomillo y Ajedrea, por eso es una potente opción para reforzar tus tisanas para el catarro, resfriados, o si te destemplas porque no acertaste bien con la ropa y el día que hay.
Besos y flores de Orégano.
Sheila Minguito.
**Ahora se llama Biocultura.
0 comentarios