¿No te parece que es muy difícil acertar en las felicitaciones estas fiestas?
Me refiero a esta misma, que va dirigida a mi comunidad, a ti.
Donde hay todo tipo de personas.
Algunas creyentes.
Otras no.
Algunas muy acompañadas con todos los suyos, con trasiego de gente, regalos y comidas.
Pero otras no.
Ya sabes, algún asiento vacío impide alegrarse como toca.
Entonces, me cuesta encontrar qué deciros, qué compartir para incluiros a todas.
Con lo que finalmente me decanto por lo principal.
Por eso te deseo Paz y Felicidad con los tuyos, los que están sentados a la mesa y los que no se van de tu corazón.
Porque a pesar de que no soy practicante del motivo por el que celebramos estos días, la Paz y la Felicidad es un deseo universal.
Todas las personas de todas las religiones o culturas sienten en su corazón estos deseos, para sí y para los otros.
Que sean sentimientos verdaderos o solo una pose está en el interior de cada uno y solo una misma puede saberlo.
Pero en mi caso, te lo deseo de corazón.
Aunque parezca una pose de obligado cumplimiento.
Por suerte ya tengo los años necesarios para hacer solo lo que considero correcto o me gusta.
Y como me gusta felicitar, te deseo de corazón que ¡disfrutes de unas preciosas Navidades y que el Nuevo Año sea estupendo!
Besos y flores de Pascuas.
Sheila.
P.D: y si quieres practicar el grato recuerdo olfativo, en este artículo del blog te he dejado 6 mezclas fantásticas de aromas navideños con aceites esenciales. ¡Que los disfrutes!
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