Amenaza invisible en el agua del grifo.
agua limpia y sana

Dar un trago de agua limpia y sana y bien fresca cuando tenemos sed es posiblemente una de las mejores sensaciones que podemos experimentar.

Tener agua corriente es un lujo del que ya no somos conscientes, y damos por hecho que esa agua potable que sale para nuestra comodidad es agua saludable.

Pero lamentablemente no es así. En el agua del grifo encontramos sustancias que no deberían estar ahí.

Recordemos que el agua es el disolvente universal, y al sistema hídrico de nuestro medio ambiente van a parar todas las sustancias tóxicas que soltamos, queriendo o sin querer.

Casos como el de Erin Brockovich nos muestran que la contaminación invisible del agua que bebemos puede afectar, a veces gravemente, a nuestra salud.

Pero no debemos olvidar que todos contribuimos a la degradación del medio ambiente.

Sin ir muy lejos, cuando te pones tus cosméticos seguro que no eres consciente de que unas 35 mil toneladas de cosméticos terminan en el mar cada año.

Cuando tiras de la cisterna, el ibuprofeno que te tomaste y que tu cuerpo intenta expulsar rápidamente allá se va y no, no se depura como creemos.

Así que en ese trago de agua que das después de venir de correr pueden ir unas cuántas porquerías que, seguro, no necesitas ingerir.

Y verás que no solo son los horribles microplásticos, que también, los únicos que debemos evitar.

 

contaminación ambiental

Qué contamina el agua

 

Lo primero que debemos tener claro es que no estoy hablando de que el agua no sea potable.

El agua que llega a nuestros grifos cumple con todos los requisitos que se exigen para el bienestar ciudadano.

Eso lo garantizan las autoridades sanitarias. Pero se refieren a la potabilidad del agua y no a la calidad del agua misma.

Nadie duda que es necesaria para evitar la proliferación de patógenos biológicos que producen enfermedades infecciosas, algo fundamental que ha contribuido al estado de bienestar actual en el primer mundo.

Pero no estamos hablando de ese peligro. Este es más invisible y silencioso. Es que no estás bebiendo agua limpia y sana como crees.

En 2017, un análisis independiente en Inglaterra encontró la presencia en el agua de más de 237 parámetros tóxicos en microgramos, desde metales pesados a fármacos.

 

depuradora de agua

 

 

Mala depuración y Saturación

 

Hay dos causas que provocan la presencia de cientos de sustancias químicas en el agua que bebemos en cantidades dañinas para nuestra salud, impidiendo que bebamos agua limpia y sana:

 

1. MALA DEPURACIÓN

Sustancias que tiramos al agua y pasan directamente a través de las depuradoras que no son capaces de eliminarlas:

  • Microplásticos, compuestos volátiles orgánicos COV o semivolátiles
  • Los miles de compuestos sintéticos de los cosméticos y productos de limpieza convencionales.

Si, cuando te lavas las manos después de ponerte cualquier crema o aclaras la super espuma del champú…

  • Hormonas y medicamentos, y hasta cafeína y cocaína

Que evidencia la ingente cantidad de estas sustancias que la población ingiere y después expulsa.

2. SATURACIÓN AMBIENTAL

El exceso de residuos que terminan en la lluvia, los ríos y las capas freáticas procedentes de la agricultura y ganadería intensivas, la contaminación industrial y del petróleo: coches, aviones, etc…

  • Herbicidas, pesticidas, purines;
  • Hidrocarburos, gases 
  • Metales pesados, compuestos inorgánicos,

Contaminación medioambiental pura y dura, la que deberíamos obligar a las empresas a reducir sí o nos vamos a la porra…

A esto sumamos los compuestos químicos que se añaden para potabilizar el agua y que no desaparecen a pesar de que deberían hacerlo, si, el cloro y sus derivados.

Y aunque el cloro tampoco debería estar en el agua que bebemos, no es de lo peor que nos podemos encontrar en nuestro vaso.

Pero al final vamos a agradecerle que sepa tan mal a tanta gente, porque si no fuese así muchos de nosotros no nos plantearíamos qué estamos bebiendo.

Agua potable vs agua limpia y sana  

 

Ante toda esta acumulación de compuestos tóxicos, cabe pensar que al estar diluidos en muy pequeñas cantidades no tienen problema.

Pero cada vez más se encuentran evidencias de una posible acción toxica para nuestras células por la sencilla razón de que son acumulables y activos a dichas dosis.

Es por tanto muy importante no confundir agua potable con agua limpia y sana para que beberla sea fuente de salud.

Por eso muchas personas consumen agua de botella porque, literalmente, no hay quien trague el agua de su grifo, pero esto también puede ser un problema.

En general, el agua embotellada en plástico es una mala opción por dos causas:

  1. Si bien no contiene cloro, nadie te garantiza que esté libre de otros contaminantes disueltos en el medio ambiente, que llegan a las fuentes.
  2. Y además de los microplásticos, las botellas de PET transmiten al agua embotellada sustancias como el bisfenol, un compuesto químico que está demostrado dañino para el sistema hormonal entre otros.

Por último, y no menos importante, es el residuo del plástico de las botellas, que ya sabemos el daño medioambiental que hace: tarda más de 450 años es degradarse.

 

vaso de agua contaminada

 

Compuestos que debemos evitar beber

 

Si bien siempre hay que tener en cuenta que “la dosis hace al veneno”, no cabe duda que la ingesta diaria de uno a dos litros de agua (incluyendo bebidas y comidas) es una cantidad considerable según la concentración que presenten los compuestos más dañinos que puede contener.

Las siguientes sustancias son una pequeña muestra de lo que hay en el agua que bebemos y que si puedes evitarlas sería mucho mejor para tu salud.

 

Los nitratos

Quizás te suenen los nitratos, por ejemplo el desastre ambiental de la Albufera de Valencia.

Son sustancias que contaminan los suelos y calan poco a poco, filtrándose a las aguas subterráneas, de donde se nutren nuestros ríos y embalses.

Provienen de los fertilizantes agrícolas, pero también de la ganadería intensiva y de desechos industriales.

Las autoridades locales de muchas poblaciones que tienen cerca agricultura o ganadería intensiva conocen el daño que provocan estas sustancias tanto en el medioambiente como en la salud humana.

Y si bien tienen medidas para reducir los niveles de nitratos que se encuentran en el agua potable, éstas no los eliminan por completo.

El gran problema de estos compuestos es que cuando entran en nuestro intestino se convierten en nitrosaminas, reconocidas sustancias cancerígenas, que debemos evitar lo más posible.

En concreto un estudio lo relaciona con el cáncer de colon.

 

Los microplásticos

Es otro contaminante que debes conocer. Desde hace pocos años cada vez más voces estamos hablando de esta nueva amenaza medioambiental, pero también para nuestra salud.

Los microplásticos son fragmentos menores de 5mm de plástico, que provienen del desgaste de todo tipo de plásticos que terminan en el mar, o que se degradan en la atmósfera.

¿Cómo llegan al agua del grifo? Por el circuito natural del agua, claro.

Se han encontrado fibras de plástico en el 83% de 150 muestras tomadas en 12 países. Aparecen en aguas de pozos, ríos y en el grifo.

Investigadores del CSIC estiman que cada persona podría ingerir una media entre 0.1 y 5 gramos de micro plásticos a la semana a través del agua y los alimentos.

Aunque aún no se ha llegado a un consenso sobre las alteraciones de salud que provocan los microplásticos, estos investigadores han descubierto que la presencia de microplásticos hace que mengüen las bacterias intestinales buenas y proliferen las malas, alterando la microbiota.

También se sabe que el plástico libera compuestos químicos al descomponerse y que en el intestino estos compuestos se liberan antes, lo que transfiere esos químicos a nuestra sangre.

Los actuales sistemas de tratamiento de agua potable no filtran estos residuos, por lo que no solo están en tu grifo, sino también en tu botella de cerveza o tu zumo concentrado…

 

los microplásticos impiden que bebas agua limpia y sana

 

 

Los metales pesados

Provienen de la contaminación ambiental y la industria pesada que contamina los suelos y de ahí pasan al agua.

Pero también de la combustión de los coches y la degradación de todos los elementos sintéticos que constituyen nuestras casas y nuestra vida artificial…

De la atmósfera pasan a la lluvia y de ahí… a tu grifo.

Hay muchísimas evidencias que son elementos con alta toxicidad para las células, siendo causantes de numerosas alteraciones de salud.

Por ejemplo, la acumulación de Aluminio está concernida en la degradación del cerebro en el Alzheimer, el Mercurio en daños hepáticos o el Niquel en daños inmunológicos.

La presencia de metales pesados en el agua que bebemos es indudable, pero la cantidad sí que es variable. Depende de dónde provenga tu agua.

Ten en cuenta

Si vives en una gran ciudad y te haces limpiezas de metales pesados sin dejar de beber agua del grifo, su efectividad menguará mucho.

 

COVs, fármacos e incluso coca

Los COV’s son moléculas grandes que provienen sobre todo de derivados del petróleo, pero también de la industria farmacéutica o agrícola y ganadera: pesticidas, herbicidas, medicamentos.

Hay tal cantidad de residuos farmacológicos en el agua del grifo que tienes para elegir:

En 2010 una investigación encabezada por Dra. Yolanda Valcárcel y realizada por la Universidad Rey Juan Carlos detectó la presencia de restos de fármacos en el agua potable de Madrid.

Este estudio encontró restos de 55 fármacos en el agua, principalmente antiinflamatorios, antidepresivos, carbamazepina (fármaco utilizado para tratar la epilepsia), anticonceptivos e incluso fármacos usados como quimioterapia (ifosfamida).

En un estudio similar realizado en Toledo encontraron restos de ansiolíticos (diazepam y lorazepam) y restos de cocaína y anfetaminas.*

Es indudable que no deseamos ingerir ninguno de estos restos de tóxicos si queremos mantener nuestro organismo lo mejor posible.

Ingerir agua limpia y sana pasa por eliminarlos antes de beber y cocinar con ella. 

 

agua limpia y sana sin fármacos

 

 

El cloro

Llegamos al único de los compuestos que podemos percibir directamente.

Es muy molesto sensorialmente (solo con eliminarlo ya nos parece beber agua limpia y sana) pero puede no ser muy problemático.

Además sin él no podríamos tener agua potable a gran escala, algo que no tiene objeción alguna.

Ahora bien, este compuesto químico y sus derivados están en el ojo de mira de algunos problemas de salud que hay que conocer.

Si bien los protocolos de saneamiento del agua potable siguen una normativa clara, en realidad muchas veces no se aplican los protocolos básicos y el cloro no desaparece de nuestra agua antes de ser ingerido.

Si se siguiesen adecuadamente, el cloro haría su trabajo y después se evaporaría sin daño para nosotros. Pero eso no pasa.

De hecho puedes darte cuenta de las diferentes concentraciones de cloro en el agua que bebes a lo largo del año solo con saborearla.

Eduardo Bastos, en sus charlas en Agua de Flores, nos explicaba algo que igual conoces:

Muchos ayuntamientos duplican o triplican su población en verano con el consiguiente aumento de demanda de agua potable en tan poco tiempo que es literalmente imposible cumplir los plazos correctos del uso cloro.

En este contexto, ningún ayuntamiento se arriesga a una brote infeccioso en el agua potable, así que “va todo pa’llá”.

Esto es una evidencia de que no siempre se mantienen las cantidades máximas permitidas, y por tanto los estudios clínicos no contemplan estos problemas de aumento temporal de dosis.

El cloro ha sido asociado a diversas patologías como las alergias alimentarias en particular porque parece que puede afectar a la flora intestinal.

No hay que olvidar que es un antibacteriano; también hay estudios que lo asocian al cáncer de vejiga.

 

 

Cómo eliminar todo lo indeseable del agua que bebes

 

Visto lo visto, y además olido y probado un agua de mala calidad a pesar de ser potable, vamos a ver qué opciones tenemos para mejorarla todo lo posible.

El objetivo es que logremos beber un agua limpia y sana.

 

Evaporación

La más sencilla y económica para el cloro es dejar reposar el agua del grifo en un recipiente con boca bien ancha para que se vaya evaporando, en unas horas ya no tendrá sabor ni olor.

Pero eso solo es para el cloro, el resto de los tóxicos siguen en el agua.

 

Agua embotellada

Es una opción poco ecológica debido al plástico de las botellas, cara y pesada de transportar.

Tampoco está libre de los residuos ambientales en las fuentes donde se envasa el agua. Y por supuesto, no evitas que pasen compuestos del plástico al agua.

 

Jarras filtrantes

Debido al tipo de filtros usados, estas jarras solo filtran el cloro y algunos de los componentes de mayor tamaño.

Tienen la problemática de que muchas pierden hasta un 50% de efectividad a los 15 días de usar los recambios.

El plástico del que están hechas también es un hándicap ecológico.

Además los recambios salen caros, comparados con los filtros Doulton.

 

Filtros Doulton

Es el sistema de filtrado que tengo en mi casa y el que aconsejo a mis clientes.

Tiene una relación excelente calidad-precio además de ser el más ecológico para el nivel de filtrado que realiza, que es casi del 100% en los siguientes parámetros (en total más de 237):

  • Contaminantes emergentes: entre 90 y 99% (como progesterona, testosterona, bisfenol o triclosán)
  • Herbicidas: 99%
  • Nitratos: 99%
  • Compuestos semivolátiles: 99% (fenoles y clorofenoles)
  • Pesticidas 99,6% (como el lindano)
  • Metales pesados: 74,8 a 99.9% (como el aluminio o el arsénico)
  • Compuestos volátiles orgánicos: 84,6 a 99.9% (como el butylebenzeno, tolueno o el cloroformo)
  • Cloro: 96%
  • Partículas mayores de 0.5micras: 100% (microplásticos y sedimentos)

 

Agua y ecología van de la mano

Los filtros Doulton no requieren electricidad para funcionar, al contrario que los de ósmosis inversa o los destiladores, y tampoco derrochas litros de agua para obtener agua limpia.

La calidad de todos los componentes del filtro, acero inoxidable (dura toda la vida) y las velas filtrantes de cerámica con plata y carbón activo no dejan contaminantes al degradarse.

Esto hace que los productos de esta marca sean los elegidos para la depuración del agua de todos los campamentos de ONGs en catástrofes ambientales y campos de refugiados.

Tampoco requieren soporte profesional ya que tanto los filtros como los recambios (éstos una sola vez al año) cerámicos los pones y los quitas tú misma.

Hasta hoy desde hace casi 30 años que conocí las primeras jarras filtrantes (que tenía mi padre en su herboristería), son la mejor opción calidad-precio que he encontrado.

 

Agua embotellada vs filtros Doulton

Antes de tener mi filtro Doulton yo compraba agua de botella, la que más me gustaba era Lanjarón, el resto no las tragaba…

Pero como todo el mundo solo la usaba para beber, no para cocinar ni para lavar la comida antes de prepararla.

Cuando conocí los filtros eché un cálculo aproximado de lo que podía ahorrar a ver si me compensaba comprar uno y las cuentas me salieron claras:

Consumo de agua diario (1 persona): 1,5 Lts.

Precio medio Litro del agua embotellada: 0,43€

Mi gasto mensual de agua embotellada es de 13.08€/ al año: 157€

Filtro sobre encimera Doulton: 249.00€ / Recambio anual: 49.90€

El filtro lo amorticé en año y medio y a partir de ahí me ahorré al año 107€ en agua, teniendo además 200 litros de agua al mes limpios en vez de solo 45

Así que esos 155 litros mensuales extra los uso no solo para beber, sino para lavar hortalizas, frutas y cocinar; hacerme te, infusiones o café; regar las plantas y limpiarme la piel…

Es decir, con los filtros Doulton solo uso agua limpia y sana. Incluso tengo la botella filtrante Taste para ir de monte o playa y el filtro Sprite para la ducha (pero este tema da para otro artículo).

Eso para una persona, porque si en casa sois 3 que bebéis agua embotellada, ¡al año te ahorras 682,60€!**

Eso en dinero, porque en plásticos… pues son 365 botellas al año que dejas de usar y tirar… (multiplica eso por 2 ó 3 en casa…).

Desde hace 7 años beber agua limpia y sana en mi casa es un verdadero placer. No lo cambio por nada.

Estas fotos las saqué en el último cambio de vela filtrante que hice, los sedimentos marrones se limpian cada 6 meses porque llegan a tupir los poros cerámicos y no dejan salir el agua:

agua limpia y sana

Aclaración pertinente

 

Este artículo no tiene la intención de venderte un filtro Doulton, sino de informarte por qué debes depurar el agua que bebes y compartir mi experiencia.

 

Beber agua limpia y sana es algo que considero incluso más vital que comprar alimentos ecológicos o cuidar la piel con cosméticos naturales. No debemos olvidar que somos más de un 70% agua.

 

Pero si estás interesada en este tema y quieres aclarar dudas para adquirir un filtro Doulton adecuado para tu caso y que esto sea una decisión positiva en tu vida, ponte en contacto conmigo y te ayudaré a encontrar el modelo y la opción más adecuada a tu caso. 

 

En mi tienda online tienes algunos de los modelos más vendidos, pero créeme que hay más opciones aún porque los distintos tipos de agua que hay en cada pueblo o ciudad requieren tratamientos diferentes, por ejemplo en caso que en el agua de tu traída tenga nitritos, o arsénico o pesticidas… hay adaptaciones particulares muy interesantes para lograr un filtrado de la más alta calidad.

 

Aquí tienes uno de los modelos de filtros Doulton que aconsejo. Pero además de estos en acero tienen ahora unos modelos de gravedad en cerámica diseñados por artistas que son una chulada.

 

agua limpia y sana

 

 

Besos y flores regadas con agua limpia.

Sheila Minguito.

 


*Fuente: www.oncologiaintegrativa.org.

 

**Consumo de agua diario (3 personas) : 4,5 Lts.

Precio medio Litro del agua embotellada: 0,48€

Gasto al día: 2,16€

Tu gasto mensual de agua embotellada es de 64,80€

Si te pones un filtro bajo encimera HIS de Doulton, al año te ahorras 682,60€.

 

 


NOTA DE EXENCIÓN DE RESPONSABILIDAD SALUD INTEGRAL

El objeto de este artículo es comunicar e informar sobre distintas posibilidades que ofrecen los remedios naturales y las teorías no convencionales sobre el Ser Humano para promover y mantener la Salud Integral de las personas que deseen ejercer su derecho a hacerse responsables de su propia salud.

La información que transmito está basada en mi experiencia directa como naturópata a lo largo de más de 25 años con distintos laboratorios de productos y remedios naturales.

Debo informarte que en este contexto declino toda responsabilidad del uso inadecuado que se le pueda dar a estas recomendaciones respecto a su aplicación inadecuada o negligente, reacciones individuales o interferencias con tratamientos médicos.

Si estás padeciendo una enfermedad contrasta con tu médico cualquier información que quieras usar.

Si deseas ampliar cualquier dato aquí expresado puedes dirigirte a mí a través de mi correo electrónico: eco@aguadeflores.com.

Muchas gracias por hacerte responsable.

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