Hace dos mil años 3 tipos muy especiales decidieron que hacer un viaje de miles de kilómetros tenía mucho sentido.

Prepararon todo con mucha antelación para llegar a tiempo a un evento que les parecía tan digno de presenciar que se tomaron semejante molestia.

Por lo visto, valía la pena.

Esta historia puedes tomarla como un cuento o como un hecho verídico pero en cualquier caso no cambia el sentido que nos transmite.

Si salimos del adoctrinamiento, claro.

Me refiero a que en la historia de los 3 reyes magos lo importante es cómo alguien que toma una decisión transcendente la lleva a cabo. Los regalos no eran lo importante, la razón y el esfuerzo para presentarse allí sí lo eran.

Hoy conmemoramos esa fecha con nada de razones ni de esfuerzo y todo regalos.

El sentido transcendente a tomar vientos.

Así que ya ni te hablo de rascar un poco más la historia y ver cómo estos sabios sabían que alguien muy importante iba a nacer, pero no sabían que su intervención pondría en peligro su vida.

El efecto mariposa en acción.

Por mucho que veamos el futuro nuestros propios actos lo modifican.

Así que estos señores tan sabios metieron la pata hasta el cuezo porque al avisar a Pilatos del nacimiento del rey de los judíos éste dio la orden de matar a todos los infantes y así obligó al ángel divino a intervenir si el universo quería que Jesús llegase a ser quién estaba destinado a ser.

Vamos, que de mucha ayuda no sirvieron. Casi se cargan la razón de todo su afán. Y por su culpa murieron miles de primogénitos. ¿O fue la culpa de Pilates?

Y sin intervención angélica hoy no celebraríamos nada.

La lección que nos adoctrinaron era que los ángeles siempre están ahí para protegernos del mal.

Pero se les olvidó decirnos que muchas veces están arreglando nuestras pifiadas.

Porque cuando solo tenemos la mirada puesta en lo que nos interesa, por mucha sabiduría que poseamos estaremos viendo solo una parte de la repercusión de nuestros actos.

Abrir nuestra mirada, ese sí que es un objetivo vital.

Dejar de ver sólo lo que nos gusta, interesa, ansiamos o tememos. Para ver todo el conjunto de cosas que la vida nos presenta.

Al abrir nuestra visión sobre el mundo, sobre nosotros mismos y sobre los demás, tendremos acceso a la más alta sabiduría. Bastante más que la de los 3 reyes majos que vinieron a incordiar a los ángeles.

No te quiero aguar la fiesta. La verdad es que te deseo que te traigan mucho los reyes.

Sobre todo una buena visión amplia de la vida que te permita disfrutar de ella sin que tus actos obliguen al universo a enderezarlos.

¿Qué cómo abrimos nuestra mirada?

No se, Nietzsche decía que “Allí donde tu corazón no se atreve a mirar, tu ojo deja de ver”.

Y hoy hay un porrón de estudios que demuestran cómo la Coherencia del Corazón permite que nuestro cerebro funcione mejor, procese mejor la información y tengamos pensamientos más sanos para vivir con menos sufrimiento.

Y por añadidura, demuestran que de verdad, de la buena, existen las corazonadas.

Vamos, que te puedes fiar de tu corazón poniendo en su sitio las mentaladas y meterás menos la pata (creo que los ángeles nos lo agradecerán mucho).

Por si quieres saber de qué va y probar sus beneficios:

https://aguadeflores.com/producto/coherencia-cardiaca-sesion-descubrimiento/

Y ya puestas, porque hay que dar una de cal y otra de arena (ya sabes, eso del equilibrio yin-yang) paso ahora a la faceta más terrenal y te cuento que hay una afortunada ganadora del set de maquillaje que incluí en la promo de Reyes.

Por esto de la privacidad de datos no desvelaré aquí su nombre, pero si ella quiere aparecerá en mi instagram un día de estos, cuando reciba su regalo.

Y no va envenenado.

Palabra de maga.

Besos y flores de invierno.

Sheila.