Conseguir la PEACE es difácil, cómo decía mi tutor de EGB, es decir, puede parecer difícil pero si lo haces resulta que es fácil…

PEACE no es solo PAZ en inglés, ya sabes, si no el acrónimo de los cinco pasos que puedes dar para salir de un estado de tensión y desasosiego y lograr sentirte en paz.

Así que PEACE es una solución a nuestro malestar; el problema es que no nos enseñan esos cinco pasos.

¿No crees que sería fantástico que en nuestra educación infantil nos enseñaran a conocernos y regular nuestras propias emociones y estados internos?

Pero como eso no ocurre, tenemos que aprender cuando ya nos sentimos hartas de estar en ese circuito cerrado del hámster alienado.

Da los 5 pasos para conseguir la PEACE

Son cinco pasos muy sencillos que te van a facilitar salir de ahí cuando te veas sobrepasada por tus emociones o estados mentales alterados y negativos.

Eso sí, conseguir la PEACE te lleva un ratito.

Esto quiere decir que tienes que dejar de ver la tele o las pantallas, sacar una libreta y un boli (eso sí, te recomiendo que cuanto más bonito sean más agradable lo hace) y decidir encontrar soluciones.

Paso 1 para conseguir la PEACE

P: Problema

En este primer paso solo tenemos que identificar el problema que tenemos.

Es más fácil de lo que parece: solo tienes que escribir una frase o dos palabras que reflejen el problema lo que te preocupa o lo que te hace sentirte mal.

Aquí defines el problema al que te enfrentas, averiguando lo que ocurre sin emitir juicios.

Es decir, nada de “lo bueno lo provoco yo misma pero lo malo me lo trae la vida o fulanito”.

Por ejemplo:

“no logro bajar de peso”.

“tengo ardor de estómago continuo”

“duermo fatal”

Paso 2 para conseguir la PEACE

E:  emoción

Ahora toca contabilizar tus emociones.

Después del problema escribe todas las palabras una detrás de otra que reflejen cómo te sientes con ese problema.

Incluso aunque no sea exacta pero que describa algo cercano a lo que sientes, te vale.

Canaliza tus emociones pero no para centrarte solo en lo que se sientes, sino para reconocerlas:

“siento mucha culpa cuando como bollería pero no puedo evitarlo”.

“tengo pánico a lo que me diga el de digestivo”.

“me desespera pasar la noche arriba y abajo”

Paso 3 para conseguir la PEACE

A:  análisis

Ahora analizas las opciones para resolver el problema.

Aquí tienes que recurrir a tu creatividad, ya sé que tu mente te ha puesto todas las opciones y ninguna te encaja, pero si las escribes y te permites abrirte a nuevas ideas es muy posible que te sorprendas a ti misma.

Recurre a una tormenta de ideas como si estuvieses con un equipo de gente que te ayuda a ver las cosas desde diferentes ángulos.

Escribe las diferentes soluciones con los pros y los contras hasta encontrar la mejor:

“por cada bollo pago 10€ que no puedo tocar hasta que esté 3 meses sin”: “No, porque total es mi propio dinero y no lo voy a cumplir”

“Mejor tomo algo natural que me quite la ansiedad… Sí, esto sí.”

“pido a mi pareja, mejor amiga, hermana, que venga conmigo a la consulta”:

“no porque no quiero molestar a nadie…

“sí, pero no se si podrán venir, voy a preguntarle… “

“voy a cambiar de colchón y de almohada”

“no, porque no tengo dinero”

“sí pero va a ser doble porque voy a estar muchísimo más cómoda durmiendo en un colchón solo para mí con mi propia almohada.”

Paso 4 para conseguir la PEACE

C:  contemplación

Ahora vas a integrar todo lo anterior en una visión conjunta.

Vas a ver todo lo que has escrito desde una mirada amplia y abarcativa, como si estuviese subiendo en globo y vieses tu problema en el suelo.

Desde esa distancia ves todo lo que abarca y todas las diferentes implicaciones y también por supuesto todas las soluciones.

La contemplación te permite distanciarte de la inmediatez del problema, de la fuerza de tus emociones y de la lógica analítica.

Míralo en su conjunto, para eso vas a utilizar tu cerebro derecho el analógico.

Hasta ahora has utilizado el cerebro izquierdo, el analítico, pero solo con uno no encontramos resolución.

Por eso tenemos que activar nuestro cerebro derecho analógico para poder utilizar las dos partes que constituyen la totalidad de nuestro sistema de pensamiento.

Esta visión integral se activa con la contemplación, esto es mirar sin enfocar si no desenfocar los ojos para ver desde otra perspectiva sin juicios ni conclusiones analíticas, sino dejando que la totalidad de la información aparezca en nuestra mirada.

Para hacer este paso te invito a que ahora que ya tienes delante de ti el problema y las posibles soluciones, sueltes la libreta y te acomodes bien en tu asiento.

Ahora toma el aceite esencial de tu elección, o si no tienes ninguno preferido, puedes usar Salvia esclarea, Albahaca o Incienso, por ej. y ponlo cerca.

Toma unas respiraciones profundas y siente que tu cuerpo se reacomoda y empieza a descansar.

Las respiraciones serán seguidas: respiración conectada.

Eso es que inspiras y sin hacer apnea espiras. Al principio serán cortas pero a medida que te centres en esa respiración notarás que puedes llegar a hacer inspiraciones y espiraciones de unos 5 segundos.

Ahora ya es momento de empezar a oler el aceite esencial.

Inhala sin absorberlo, deja sencillamente que el aroma llegue por si mismo a tu nariz y vayas percibiéndolo poco a poco.

Sin prisa. Deleitándote en su olor. En las sensaciones que comienzas a percibir a medida que tu cerebro te da el reporte de lo que estás oliendo…

Poco a poco, el aroma va a desplegar unas informaciones que vas a ir percibiendo de mil maneras.

Ábrete y descubre lo que te empieza a contar.

Mientras lo hueles deja que se unan tus dos hemisferios cerebrales y comienza a imaginarte que ves el problema desde una perspectiva enorme y lo integras todo en tu mente.

No haces nada, solo respiras y hueles, aquietas la mente y la amplias.

Mantente ahí un tiempo, tranquila, confiando en ti y en tus posibilidades de comprensión y cambio.

Acompañada del aceite esencial vas a sentirte diferente, quizás haya percepciones corporales, nudos que se liberan, imágenes que llegan, ideas que se forman más claramente… deja que todo vaya calando y sintiéndose en el cuerpo.

Cuando sientas que está completado, deja a un lado el aceite y disponte a terminar de conseguir la PEACE con el quinto paso que va a dotar a todo este trabajo de la potencia unificadora que te permitirá llegar a la paz.

Paso 5 para conseguir la PEACE

E:  equilibrio

Ahora es el momento de comprender la esencia del problema y prepararte para actuar adecuadamente.

Eso puede ser aceptar la mejor solución aunque no haya sido la primera que pensaste.

Los 4 pasos anteriores te ayudan a reconocer la situación propia en su globalidad para llegar a reconciliarte contigo misma.

Este equilibrio te permitirá salir de la rueda del hámster y sentirte no solamente más tranquila y serena, sino sobre todo capaz de cambiar las aparentes circunstancias inmutables.

Esta capacitación es la que te da fortaleza interior para que aquello que estás viviendo no te reduzca a un ser humano quejoso y pasivo, viviendo un día tras otro sin ningún sentido.

Escribe en tu libreta la conclusión a la que has llegado y que te da la oportunidad de sentirte en paz.

Ahora, cuando ya sientas que la solución es viable, toma de nuevo un aceite esencial, puedes ser el mismo de antes u otro nuevo y lo hueles mientras sientes el equilibrio y ves cómo la solución va desplegándose en tu mente y llega a cada rincón de tu cuerpo.

De nuevo huélelo suavemente, dejando que te tome de la mano y te lleve a esa integración, a ese equilibrio.

Esta fortaleza y este equilibrio te permiten hacer de tu vida un arte.

Pues bien, espero que puedas encontrar la PEACE con esta herramienta tan sencilla y eficaz.

Eso sí date permiso para pulirla haciéndola una y otra vez porque ya sabes que la primera vez te puede costar un poquito pero una vez que le coges el tranquillo en unos minutos puedes encontrar la paz que necesitas para estar bien.

P.D.: la práctica de la olfacción larga de aceites esenciales forma parte de las experiencias que desarrollo en mis talleres y retiros. Por si te apetece practicarla conmigo en vivo y en directo.

Besos y flores de Lavanda.

Sheila Minguito.